SAN P I O X
San Pío X- José Melchor Sarto Sanson-Papa de 1903 a 1914 |
ITALIA- Provincia y Diócesis de Treviso- Cap. Treviso |
RIESE-pueblo y Casa Familia Sarto Sanson |
Margarita Sanson, su madre, del pueblo Vedelago |
Bepi y sus hermanos |
Basílica del Santo- Sarto entra al Seminario de PADUA |
TOMBOLO-Coadjutor -.Capellán |
SALZANO- Párroco 1867-1875 |
TREVISO-Cumplía 5 funciones |
MANTUA-Catedral de San Pedro y Palacio Episcopal |
MONSEÑOR JOSÉ SARTO OBISPO DE MANTUA |
NUEVO DUX PARA LOS MARES DE VENECIA |
De Venecia a ROMA, al Cónclave 1903 |
ROMA - Ciudad del VATICANO- |
Pontífice a los 68 años |
La Niña Bambina su particular devoto |
VIRGEN NIÑA |
1ª Encíclica 4.10.1903 Instaurare Omnia in Christo |
Decreto Lamentabili sane exitu-Encíclica PASCENDI dominici gregis |
acerca de la doctrina y condenación de los modernistas.
1º-9-1910 JURAMENTO ANTIMODERNISTA |
1.9.1910 - JURAMENTO ANTIMODERNISTA |
La Nación 2.8.1914-La evitable guerra estalla por los demoledores del mundo |
SAN PIO X
“Siguiendo las huellas de Jesucristo,
Pontífice y Pastor eterno, quien para provecho nuestro enseñó grandes verdades,
obró maravillas y soportó duros sufrimientos, el
Romano Pontífice Pío X, a quien con inmenso gozo hemos inscrito en el número de
los Santos, cumpliendo esforzadamente
el precepto aprendido de los labios de Cristo, amó apacentando y apacentó con
amor. Amó a Cristo y apacentó la grey de Cristo; pues de las riquezas
celestiales que nuestro benignísimo Redentor trajo a la tierra, sacó con
abundancia para dar generosamente a su grey ya el alimento de la verdad los
misterios celestiales y la excelentísima gracia contenida en el Sacrificio y
Sacramento de la Eucaristía, ya la suavidad de la caridad, la asidua solicitud
en el goberno y la fortaleza en la defensa. Se dio del todo, a una con los
dones de que lo había dotado el Autor y Dador de todo bien”. (Alocución de
S.S: Pío XII a los Cardenales y Obispos después de la Canonización de San Pío
X).
El 29 del pasado mes de mayo por el
Magisterio augusto de SS. Pío XII fue proclamado –urbi
et orbi- en la Plaza de San Pedro, la santidad del PAPA PÍO XII, que gobernó la
Iglesia de Dios, desde agosto de 1903 hasta agosto de 1914.
¿Cómo podríamos en cuatro líneas hacer
la epopeya de San Pío X?
La misión providencial de este gran Pontífice nadie la ha definido con
más precisión que PÍO XII. Con Pio X –dice el actual Pontífice- “Dios quiso
preparar la Iglesia para los nuevos y pesados deberes que le reservarían los
difíciles tiempos que se aproximaban”
La obra de PÍO X ha quedado en la
Iglesia como algo plástico, como algo designable con el dedo. Él –como los
demás Pontífices- dio a la Iglesia in
tempore opportuno tritici mensuram Pero PÍO X con una visión, honda, aguda
y nueva de la vida y de las cosas ha traducido el Evangelio a realidades
prácticas. Así Cristo había mandado con dulce imperio a los Apóstoles: sinite párvulos ad Me venire… y PÍO X abre los Sagrarios y quiere que los
niños participen de la Comunión desde la más temprana edad para que cuando el
mundo, el demonio y la carne lleguen hayan llegado tarde. Cristo N.S. había
dicho: venite ad Me omnes…y PÍO X es
el gran apóstol de la Comunión frecuente, cotidiana. Para él, la Comunión no es
un premio a la virtud, sino el sustento del hombre, el Pan del destierro.
¿Quién habría podido negar en su tiempo
la necesidad de que el laicado participara en el Apostolado de la Iglesia? Pero
Cristo ha dicho oportet semper orare…y
PÍO X ha intuido esta otra necesidad anterior: los laicos deben participar en
la Oración de la Iglesia antes de participar en el Apostolado de la Iglesia.
Impulsó en consecuencia el movimiento litúrgico, y de allí está el Motu Proprio
“que queremos que se le reconozca fuerza de ley como si fuese Código Jurídico
de la música sagrada”
A los Apóstoles Cristo había dicho: vos amici mei estis… El latín
eclesiástico nunca había dicho –ni siquiera con León XIII- lo que le hace decir
PÍO X en la Exhortación Haerent animo.
Porque lo que más amaba eran los sacerdotes y
seminaristas. Desde entonces comenzamos a tener una Ascética del Clero
Diocesano.
Tririci
mensuram también para los niños con su Catecismo Y allí están
codificados en la Encíclica Acerbo nimis
las normas y los métodos del Catecismo. (Compuso personalmente un pequeño
Catecismo).
¿quién hay que no alabe a PÍO X porque prepara
y guía hasta su término la modificación del Derecho Canónico? Y allí está su
Codex Juris Canonici que lo coloca
en el mismo rango que un Inocencio III,
Honorio III y Gregorio IX.
“El buen Pastor cuida de sus ovejas y no
huye como el mercenario cuando el lobo rapaz viene…”PIO X defendió la Iglesia.
Se pregunta con razón el Cardenal Mercier: “si al nacer Lutero y Calvino la
Iglesia hubiera poseído un Pontífice del temple de PIO X hubiera el
Protestantismo desprendido de Roma la tercera parte de la Europa cristiana?”
Bondad, firmeza fe, he aquí todo PÍO X.
La bondad revela al hombre, la firmeza al jefe
y la fe al cristiano, al sacerdote, al Vicario de Cristo. Con perspicacia
evangélica condenó –implacablemente- el Modernismo, que tenía la cándida
ambición de querer infundir sangre nueva en las venas de la Iglesia. Y allí
están el Decreto Lamentabili y la Encíclica Pascendi. Con ellos floreció el viejo
árbol de la Teología. Serenamente, desde su eminente trono, soportó la
estruendosa baraúnda promovida en torno a sus magistrales documentos; no se
amilanó por la hostilidad –en alguno momentos verdaderamente terrible- que
quería vaciar el Cristianismo de su contenido sobrenatural. Pensemos en la
actitud espiritual del jefe –intrépido defensor de la fe—en medio de esta
ardiente tolvanera de pasiones, envidias, rencores, insidias.
Fidelia servus et prudens quem constituit Dominus super familiam suam, ut
detillis in tempore oportuno tritici mensuram Este puede ser
compendio y corona, al mismo tiempo, de los merecimientos de aquel anciano en
cuya abierta frente resplandecía la bondad más pura; primera víctima de aquella
conflagración mundial que pasó a la Historia con el nombre de primera guerra
mundial.
San PÍO X, ¡ ruega por nosotros !
(De
la Revista del Arzobispado de Córdoba, Septiembre 1954-)
TÚ, SAN PíO X
Tú cuya mirada de “águila” supo distinguir las
catástrofes
que castigarían nuestro pobre mundo
apóstata,
Ayúdanos, socórrenos, en nuestra obra de
restauración del
Reinado social de Nuestro Señor.
Papa de la comunión frecuente, enséñanos a buscar luces y
fuerzas en la Eucaristía.
Papa de la doctrina, guía nuestro espíritu
en todos nuestros pasos.
Tú que deseabas ver agruparse alrededor de
sus pastores
escogidos laicos sólidamente formados, intercede por
nosotros.
Enséñanos a ser: SIMPLES y CLAROS, a lograr
como Tú
el ESPÍRITU FIRME y el CORAZÓN TIERNO.
Extraído
de “Para que El Reine” (la Ciudad Católica) de Jean Ousset
(subrayado, negrita, mayúsculas son míos)
La Macarena-Virgen de la Esperanza-contempla el mundo y ¡llora! |
Encíclica: "E Supremi apostolatus cathedra" "Instaurar omnia in Christo"
(...) Los hombres están apartados de Dios. (...) Ante todo no Nos faltaron múltiples y graves motivos para rehusar el pontificado... Luego, nos llenaba de temor sobre todo la tristísima situación en que se encuentra la humanidad. ¿Quién ignora que la sociedad actual más que en épocas anteriores , está afligida por un íntimo y gravísimo mal que, agravándose por día, la devora hasta la raíz y la lleva a la muerte?
Hermanos, cual es el mal: la defección y separación de Dios; nada mas unido a la muerte que eso, según lo dicho por el profeta "Pues he aquí que quienes se alejan de Ti, perecerán" Detrás de la misión pontificia que se me ofrecía, Nos veíamos el deber de salir al paso de tan gran mal. (4.10.1903)
El íntimo dolor con el que aceptó el peso humanamente casi insoportable del papado fue tan fuerte que, uno de sus primeros días, cayó desvanecido en la Capilla Paulina. La frase ocurrente con que respondió por aquellos días a un prelado de la corte que advirtió su intnensa procupación-"una cosa es conducir una góndola y otra una nave de guerra"- muestra también claramente el fondo de su pensamiento.Con la fe y la piedad que le sostendrán heroicamente durante el pontificado, pidió a Dios la luz y la fuerza para una obra que, a su juicio, superaba sus fuerzas humanas.
(...) Dos meses después, el 4 de octubre de 1903, publicó su encíclica y programa de pontificado:"E supremi apostolatus cathedra", formulando con claridad y vigor el fin unitario y altísimo de su pontificado en las palabras de San Pablo: "Instaurare omnia in Christo".
CRISTO VENCE - CRISTO REINA - CRISTO IMPERA |
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