viernes, 2 de septiembre de 2016

FIESTA DE SAN PÍO X


3 DE SEPTIEMBRE - PAPA Y CONFESOR


MADONA DEL BUEN CONSEJO
ERA A LA ADVOCACIÓN  A LA QUE PEDÍA CONSEJO CUANDO TENÍA QUE TOMAR UNA DETERMINACIÓN
SAN PÍO X -  BEATIFICADO EL 3.6.1951  
CANONIZADO EL 29.5.,1954   -FIESTA 3 DE SEPTIEMBRE           


Medalla de la Coronación- Virgen del Buen Consejo y de la Prudencia

INSTAURAR TODO EN CRISTO. “E SUPREMI APOSTOLATUS
(Primera Encíclica 4 octubre 1903)


(1903) Agosto…septiembre… ¿Qué hace el Papa? Los impacientes querían pronto un discurso, una encíclica que trace  el programa del Pontificado. El Papa respondió  a esta intranquilidad: ” Decidles que el Papa ora:”
Rezaba y ponderaba. Pío X no será hombre de palabras al viento. Está demasiado acostumbrado a dar a cada programa su fuerza justa… La primera encíclica del Papa será un documento muy pensado, en el cual se podrá encerrar toda su actitud posterior. L’Osservatore, en la tarde del 3 de octubre, anunciaba la encíclica. Los periódicos del día siguiente la divulgaron.  Comenzaba con las palabras “E supremi apostolatus” cathedras”.(…) El Papa abre la encíclica recordando los temores que le angustiaron al ser elegido. En primer lugar, porque se considera indigno sucesor de un Pontífice que por veintitrés años rigió sapientísimamente la Iglesia de Dios. Además, porque la elección suponía entregar a sus manos temblorosas una sociedad enferma. ¡Y qué enfermedad! No puedo meditar sin asombro este maravilloso diagnóstico que a las puertas del siglo dio la perspicacia de Pio X. Lo expresa sin rodeos: “Nuestro mundo sufre un mal: la lejanía de Dios. Los hombres se han alejado de Dios, han prescindido de él en el ordenamiento político y social .Todo lo demás son claras consecuencias de esa postura”  (…)
¿El camino decíais? Sumisos a la Iglesia, pertenecéis a Cristo, en cuyas manos la Iglesia reposa; entregados  a Cristo, pertenecéis a Dios. (de J.M. Javierre-“Pío X”)

“El único fin de Pío X, su ideal, el programa fijo, inmutable y exclusivo de su pontificado INSTAURAR TODO EN CRISTO fue el de todos los Papas, porque la suprema razón de la Iglesia y del pontificado romano es el establecimiento del reinado de Dios sobre la tierra; pero Pío X “el hombre de la vida estrictamente rectilínea” quiso hacer la divisa plenamente característica, el programa específico, fundamental, esencial, total, de su pontificado. Y este programa, quiso desde el comienzo, afirmarlo de la manera más explícita, no permitiendo que nadie crea, que se “escruta sus pensamientos íntimos” para “convertirlo en vistas terrestres y a intereses de partido”.(…) “Su fondo de alma”, esta voluntad profunda, este programa específico e inmutable, Pío X lo aclarará aún, con una insistencia marcada en su alocución consistorial del 9 de noviembre de1903  Primum vos…  Allí vuelve sobretodo, para apoyarlo todavía, en su encíclica: el firme propósito del 11 de junio de 1905; “Instaurar todo en Cristo, dirá, ha sido siempre la divisa de la Iglesia; ella es PARTICULARMENTE la nuestra en los tiempos confusos que atravesamos.” (de  P. Fernessole “Pio X” Ensayo histórico”

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PÍO X  Y LA  PAZ DEL MUNDO

Pío X gran pacificador de almas, fiel a la tradicional misión de la Iglesia, continuó, durante su pontificado, la obra de pacificación mundial como  en  todos los tiempos realizados por el papado .Numerosas y precisas son las enseñanzas doctrinales de Pío X sobre la paz internacional; además, en todas las ocasiones que se le presentaron, Pío X se mostró agente de paz entre las naciones.
  En sus enseñanzas doctrinales, el Soberano Pontífice, al exhortar a los pueblos a la paz, se dedica a poner de relieve las condiciones y garantías de la verdadera y durable paz. Y sobretodo en estas enseñanzas, denuncia y condena el sofisma por el cual los enemigos de la religión acusan a los católicos de antipatriotas porque se oponen a sus manejos criminales; lo que permite al Pontífice dar precisiones importantes sobre el verdadero patriotismo y la idea de patria. Desde su primera Encíclica, del 4 de octubre de 1903, “Supremi Apostolatus” dirigida a todos los obispos del mundo entero, Pío X hace oír estas graves y proféticas palabras:”…¿Quién podría, en efecto, Venerables Hermanos, no sentir el alma embargada de temor y de tristeza al ver que la mayoría de los hombres,  mientras que por otro lado se exalta a justo título, los progresos de la civilización, desenfrenarse con tal encarnizamiento los unos contra los otros que se diría un combate de todos contra todos? Sin duda el deseo de paz está en todos los corazones, y no hay nadie que no la pida con todas sus fuerzas. Pero esta paz, insensato es el que la busca fuera de Dios; pues echar a Dios, es desterrar la justicia; y la justicia anulada, toda esperanza de paz se vuelve una quimera. La paz es la obra de la justicia (Isaías, XXXII, 17). Muy numerosos son los que empujados por el amor a la paz, es decir a la tranquilidad del orden, se asocian y se agrupan para formar lo que llaman el partido del orden, ¡Pero! Vanas esperanzas, penas perdidas! Partidos del orden capaces de restablecer la tranquilidad en medio de la perturbación de las cosas, no hay más que uno: el partido de Dios. Por lo tanto es a éste al que debemos promover:, es a Él al que necesitamos llevar la mayor cantidad de adherentes posibles…”
  Se ve que la significación y el alcance de este fragmento son inmensos. Es  el recurrir al orden sobrenatural, como principio superior de moralidad humana y de pacificación de los pueblos.
El 27 de marzo de 1905, en plena guerra ruso-japonesa, en su Alocución Amplissimum coetum ante el Sagrado Colegio, después de haber evocado la situación religiosa en Francia donde el gobierno acababa de depositar un proyecto de ley concerniente a la separación de la Iglesia y del Estado, Pío X dejaba desbordar la tristeza de su alma: “…Otro motivo de tristeza para Nuestro corazón La guerra terrible que mancilla las regiones del Extremo Oriente con incendios y sangre. ¡Qué de temas para derramar lágrimas, allí también! Nosotros que ocupamos en la tierra el lugar de Aquél que es el autor y el mediador de la paz. Nosotros suplicamos a Dios con todas nuestras fuerzas, con espíritu humilde, de bien querer inspirar a los príncipes y a los pueblos los proyectos que tienden a la concordia. Tantos y tan grandes males abrumando aún por todos lados al género humano con los sorprendentes  estrépitos  de las armas y el choque de las batallas!
En 1911 cuando se le solicitó de dar su adhesión a la Dotación Carnegie para la paz internacional, Pío X, al que se lo acusa fácilmente de excesivo rigor contra todas las infiltraciones del modernismo, contra las colaboraciones de orden moral entre católicos y disidentes, Pío X  para nada objetó a esta fundación americana, que era de iniciativa protestante; al contrario, marcó con  fuerza una aprobación de principio, motivada en términos perentorios, en un mensaje dirigido al delegado apostólico en los EEUU, Mons. Falconio, quien pronto iba a revestir la púrpura cardenalicia. En esta carta del 11 de junio de 1911 antes que nada alaba en términos calurosos, a las “gentes esclarecidas que se preocupan ardientemente en los EEUU de asegurar a los pueblos los beneficios de la paz””: da su estímulo a “una empresa digna de aprobación universal”, pero sobretodo de la aprobación del Soberano Pontífice que ocupa el lugar de Quien es “el Príncipe y el Dios de la paz”; formula” muy voluntariamente la adhesión y el apoyo de su autoridad a tan generoso propósito.(…)

DUM EUROPA Pero el documento más patético del gran Pontífice es sin duda la exhortación Dum Eyuropa fere omnis dirigida a los católicos del mundo entero, el 2 de agosto de 1914. Escrito en el momento en que estalla la Gran Guerra al este y al oeste de Europa, estas palabras de desolación son las últimas que Pío X, antes de ser abatido por la enfermedad y por el dolor, pudo dirigir al mundo cristiano. …suerte de testamento de la paternal ternura del pontífice: “Mientras que Europa entera es llevada a la tormenta de una guerra deplorable entre todas, de la cual nadie puede entrever los peligros, las masacres y las consecuencias, sin sentirse angustiado de dolor y de espanto, Nos es imposible de no sentirnos profundamente afectados,  Nosotros también, y de no sentirnos Nosotros con el alma desgarrada por el más punzante dolor, en Nuestra solicitud por la salvación y la vida de tantos individuos y de pueblos.(…)
De esta guerra, mucho tiempo antes que estallara, Pío X la presintió muy claramente, más exacto es decir que: tuvo la exacta previsión, de carácter profético. (P. Pierre Fernessole)






Pío X sirvió a la causa de la paz y del derecho internacional cristiano, no solamente con palabras y graves enseñanzas doctrinales, sino también por el ejercicio del arbitraje para la solución equitativa y pacífica en los conflictos entre los pueblos. Su arbitraje entre  Brasil, Perú y Bolivia, no constituye menos uno de los episodios más interesantes de la historia internacional del papado en el curso del último medio siglo. Se trata del territorio del río Acre (afluente del Amazonas) El comercio del cautchout daba una gran importancia económica a esta región, cuyas fronteras quedaron inciertas y movedizas por mucho tiempo, entre Brasil, Perú y Bolivia Un extraordinario embrollo de intereses complicaban y exasperaban las relaciones entre los habitantes de los respectivos países, Un reglamento general y metódico, de carácter equitativo, se había vuelto indispensable para la pacificación común,
Para preparar los tratados diplomáticos que iban a dirimir el litigio, dos tribunales de arbitraje fueron constituidos; uno compuesto por la mitad de delegados del Brasil y de  delegados de Bolivia; el otro compuesto por la mitad de delgados de Brasil y de delegados del Perú. La Presidencia de uno y otro tribunal fue diferida  al árbitro supremo que ofrecía las más altas garantías de rectitud y de imparcialidad, el Papa Pío X, representado por Mons. Alejandro Bavona, delegado apostólico para Bolivia y Perú. Las dos sentencias  arbitrales fueron pronunciadas, en nombre de Pío X por Mons. Bavona, cuyo rol no fue solamente una presencia de honor, sino que obtuvo un trabajo serio y permanente, coronado por excelentes resultados. Los dos tratados de Petrópolis se firmaron: con Perú el 8.9.1209 y con Bolivia el 12.8.1910 que reglaron con plena satisfacción común, los asuntos del Acre.
 (P. Pierre Fernessole)



CAMBIOS EN LA MANERA DE DAR LAS AUDIENCIAS
Pío X aportó importantes simplificaciones en la manera de otorgar las audiencias. Observemos primero que las acordaba largamente, sin contar con su cansancio, ni aún estando indispuesta su salud. Las otorgaba indistintamente, sin acepción  de personas o de clases sociales.
  Según su Camarero, Alberto Silli, Pío X recibía también personas de otras religiones; israelitas (uno el caso de Teodoro Herzl); protestantes, etc. Y todos eran acogidos por él con una afabilidad paternal, y Silli dice haber visto personalmente salir de la audiencia emocionados hasta el punto de llorar por el modo afable y gentil  conque los había acogido
 Se dijo también  en el Vaticano que algunos de ellos se habían convertido. (el caso del Gran Rabino Zoller) los agregados son míos..
(P.Pierre Fernessole) 

(…) El Santo Padre se paseaba un día en los jardines del Vaticano; se detuvo delante de la imagen de la Virgen de Lourdes, y en presencia de su Capellán Mons. Bressan, exclamó “¡Cuánto lo siento por mi sucesor! No asistiré pero desgraciadamente es verdad que la Religio depopulata es inminente”
(P.Pierre Fernessole, "Pio X - Ensayo histórico. De Riese al Vaticano")
(Traducido del francés por Delia Cabrera)




Extractos de la Encíclica Pascendi tomados de la Revista Eclesiástica del Arzobispado de Buenos Aires

















“CATÓLICOS FRANCESES, LAS  SECTAS  IMPÍAS QUIEREN ARRANCARLES LA FE DE VUESTRO CORAZONES”  SAN PÍO X.
Y ahora, nos dirigimos a ustedes, católicos de Francia; que nuestra palabra les llegue  a todos como un testimonio de la muy tierna benevolencia con la cual no cesamos de amar vuestro país y fortaleceros  en medio de las calamidades temidas que tendréis que atravesar.
Conocéis el fin que se han asignado las sectas impías que doblegan vuestras cabezas bajo su yugo, puesto que ellas mismas lo han proclamado con cínica audacia: “Descatolizar la Francia”
 Las sectas quieren arrancar de vuestros corazones, hasta la última raíz, la fe que ha llenado de gloria a vuestros padres, la fe que ha construido vuestra patria próspera y grande entre las naciones. la fe que os sostiene en la prueba, que mantiene la tranquilidad y la paz en vuestro hogar y que os abre la vida hacia la felicidad eterna.
Es  con toda vuestra alma, lo sentís bien, que necesitáis defender esta fe; pero no os confundáis, trabajo y esfuerzos serían inútiles si intentarais  rechazar los asaltos que se os libraran sin estar fuertemente unidos.
Abdiquen entonces todos los gérmenes de desunión si existen entre ustedes y haced lo necesario para que, en el pensamiento como en la acción, vuestra unión sea tan firme como debe serlo entre los hombres que combaten por la misma causa, sobretodo cuando esta causa es de las  que  el triunfo depende de lo que cada uno deba sacrificar voluntariamente  de sus propias opiniones.
Si quisierais en el límite de vuestras fuerzas, y como es vuestro imperioso deber, salvar la religión de vuestros antepasados de los peligros que ella corre, es de gran necesidad que despleguéis en una larga medida valentía y generosidad.
Esta generosidad la tendréis, estamos seguros  y, mostrándoos  tan caritativos ante  vuestros ministros, inclinarán a Dios a que se muestre cada vez más caritativo con vosotros.
En cuanto a la defensa de la religión, si queréis  emprenderla de manera digna de ella, proseguirla sin desertar y con eficacidad, dos cosas importan antes que nada :primero debéis  modelaros tan fielmente sobre los preceptos de la ley cristiana que  vuestros  actos y vuestra vida entera honren  la fe que ustedes profesan.;  a continuación deben quedar  muy estrechamente unidos con aquellos a los que les pertenece  propiamente velar acá en la tierra por la religión, con vuestros sacerdotes, con vuestros obispos  y sobretodo con esta sede apostólica, que es el sostén de la fe católica y de todo   lo que se puede hacer en su nombre.
Así armados para la lucha, marchad sin temor para defender la Iglesia, pero tened mucho cuidado que vuestra confianza se funde enteramente en el Dios del cual sostendréis la causa y, para que él os socorra, imploradle sin cansaros.
Durante todo el largo tiempo que tendréis que luchar contra el peligro, nosotros estaremos con corazón y alma en medio de ustedes. Trabajos, penas, sufrimientos, os  participaremos a todos con ustedes y, dirigiendo al mismo tiempo al Dios que fundó la Iglesia y que la conserva, nuestras oraciones humildes y  las más insistentes, le suplicaremos que dirija sobre Francia una mirada de misericordia, de arrancarla de las mareas desencadenadas alrededor de ella y de devolverle pronto, por la intercesión de María Inmaculada, la calma y la paz.    (Traducida del francés por Delia Cabrera)
ESTA CARTA DIRIGIDA  A LOS CATÓLICOS
FRANCESES SE PUEDE EXTENDER HOY DÍA A LA ARGENTINA Y A TODOS LOS PAÍSES DEL ORBE.

Queda claro que para defender la Fe hay que estar unidos.¿y, dónde está esa unión?










A la izquierda, en el último párrafo se nos informa que "El juicio al que se ha sometido la vida de Pío X fue durísimo" ¡Cómo puede ser que actualmente se beatifique, se canonice apenas muerto el candidato? ¡Cómo puede ser que de repente tres falsos papas sean beatificados o canonizados en cadena, sin previo juicio? ¡Que en 58 años aparezcan santos a granel? ¡Porqué ese privilegio? Se sabía que San Pío X lo era desde niño pero tuvo que pasar obligadamente por el tamiz del abogado del diablo!
¡37 años para la beatificación y 40 para la canonización!!!  
¡Dónde están la verdad y la justicia que tanto proclaman?
  

Entre los testimonios llama la atención el de un diario democrático de Roma que no 
dudaba en afirmar : Ha hecho vivir en medio de nosotros la figura del Pobrecito de Asís. Pío X es un Santo".(¿Qué contraste con el falso papa actual que ha tenido el descaro de usurpar también el nombre de éste Santo con el solo fin de caer bien a la gente; ¡lo transformó en zamarra! 
-Otra opinión: "la mayor parte de los contemporáneos, no han visto en él más que su sonrisa, y lo creyeron bonachón. Pero la verdad es que este buen hombre sabía ser un maestro invencible. Había en él una mezcla del párroco de campaña  y del Arcángel de la espada de fuego. Esta fusión, la única quizá en la historia del mundo ,constituía su genio milagroso":
-El Times escribió:" José Sarto hijo de un humilde cartero y de una costurera, ha realizado con su iniciativa en la disciplina de la Iglesia tanto más de lo que han hecho muchos de sus predecesores, después del Concilio de Trento"




              Monumento a San Pío X en la Basílica Vaticana, inaugurado el 28.6.1923



ALTAR A SAN PÍO X EN BASÍLICA DE SAN PEDRO









SERENIDAD Y SUTILEZA - Su alma serena se reflejaba en la palabra siempre dulce, y en su carácter veneciano en la rapidez de la sutileza. Cuando el Cardenal Cassetta, benéfico, generoso y muy rico, debía pasar de la diócesis suburbicaria de Sabina a la de Frascati; antes que él optara por ésta, algunos sacerdotes fueron a ver al Papa para rogarle que les mandase a ellos al Cardenal Cassetta. Rápido, Pío X  dijo -¿Pero queréis al Cardenal Cassetta o  la cassetta (caja con dinero) del Cardenal?
Un banquero israelita de Venecia,del cual el Patriarca había recibido muy generosa ayuda  para sus obras de caridad, lo vino a visitar a Roma. El Papa lo acogió con gran afabilidad recordando muchas cosas de Venecia. Al despedirse, sabiendo el Papa  que el banquero para regresar a Venecia tenía que pasar por Verona, le rogó  llevar su bendición a un viejo sacerdote veronés  que fueron compañeros en la escuela de Castelfranco.  _ Con mucho gusto Santidad- dijo el banquero- aunqnue como israelita no soy la persona más indicada para llevar su bendición.
-No se preocupe- respondió el Papa- porque cuando el embalaje es delicado, la mercadería es buena! 


De "Pío X Anecdótico" por Francisco Zanetti - (Traducido del italiano por Delia Cabrera.)



SEMINARISTAS ARGENTINOS EN EL COLEGIO PONTIFICIO PÍO LATINOAMERICANO DE ROMA



























En ocasión del Jubileo Sacerdotal de su Santidad Pío X



El Pontificio Colegio PÍo Latino Americano, heredero y continuador del Colegio Romano, es una universidad eclesiástica, confiada a la Compañía de Jesús, y por ello basada en el espíritu ignaciano. Fue fundado el 21 de noviembre de 1858, con el nombre de Seminario Americano, por el sacerdote chileno José Ignacio Víctor Eyzaguirre Portales, quien fue su primer director.
 El Pontificio Colegio Pío Latino Americano se estableció en el edificio anejo a la iglesia de San Andrés della Valle y comenzó labores con diecisiete seminaristas: diez argentinos, seis colombianos y uno peruano. El fin que se propusieron los fundadores y protectores fue establecer en Roma un seminario internacional latinoamericano destinado a formar bajo la paterna mirada del Sumo Pontífice, sacerdotes que se señalen por su virtud, ciencia y celo apostólico para la defensa y propagación de la fe católica en América Latina.
El 13 de noviembre de 1862, bajo la dirección del padre Juan Marcucci, S.I. el Colegio Latino Americano se trasladó al edificio contiguo a la Iglesia Santa María Sopra Minerva; y el 13 de mayo de 1867 a San Andrés al Quirinal, antiguo noviciado de los jesuitas, siendo rector el padre Francisco Vannutelli, S.I. En este año el Beato Pío IX permitió que se le agregara su nombre: Pío Latino Americano.
Después de la ocupación de los Estados Pontificios, las diócesis latinoamericanas se solidarizaron y gracias al trabajo generoso de Mariano Soler, Arzobispo de Montevideo, se comenzó a construir en 1884 un nuevo edificio en el que se instaló el Pío Latino Americano en Noviembre de 1887
En 1899, el Papa León XIII convocó el Primer Concilio Plenario de América Latina que tuvo lugar en la capilla del Colegio. Se celebraron un total de 38 reuniones conciliares: veintinueve congregaciones generales y nueve sesiones solemnes. Asistieron cincuenta y cinco prelados. Las discusiones de las congregaciones generales produjeron los Decretos del Concilio, teniendo como base el Schema Decretorum y las Observationes Episcoporum et Notanda Consultoris.

San Pío X, en la carta apostólica Sedis Apostolicae del 19 de marzo de 1905, dio a la institución la dignidad de Pontificia:”. En el mismo año el Santo Padre confió perpetuamente la dirección del Colegio a la Compañía de Jesús.
San Pío X, en la carta apostólica Sedis Apostolicae del 19 de marzo de 1905, dio a la institución la dignidad de Pontificia:”. En el mismo año el Santo Padre confió perpetuamente la dirección del Colegio a la Compañía de Jesús.


Alumnos del Colegio Pío Latino Americano en 1888, todos los pequeños vistiendo el uniforme: sotana negra, banda azul, soprana negra con vueltas azules y el típico sombrero clerical de fieltro negro.
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TERMINEMOS CON EL MENSAJE DE NUESTRO QUERIDO PADRE LEONARDO CASTELLANI









































































































































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TERMINEMOS CON EL MENSAJE DE NUESTRO QUERIDO PADRE LEONARDO CASTELLANI

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